Don José Mantz, fundador de este comercio que comenzó a funcionar en el siglo XIX y aún hoy, en el XXI, continúa por herencia, se radicó en General La Madrid en el año 1894, recién llegado de Cantón de Schwys, Suiza. Era farmacéutico, recibido en el año 1880 en la Universidad de Berna.-
Aquí abrió la “Botica de Mantz”, que más tarde cambió su nombre por “Farmacia del Pueblo”, luego fue “La Botica La Gama” y actualmente la que todos conocemos como “Farmacia La Gama”, histórica, la más antigua en toda la provincia y algunos dicen del país.-
Una vez afincado en nuestro pueblo llamó a su segunda esposa, doña Rosa Meyer (verdadero sostén de esta dinastía), quien vino acompañada por los cuatro hijos del primer matrimonio de don José. De la unión con doña Rosa nacieron tres hijos: Beatriz, Ricardo y Nélida.-
Don José falleció a los 60 años, en 1916, y la farmacia continuó trabajando bajo la dirección de doña Rosa Meyer de Mantz, que durante ese año se convirtió en una idónea en la materia. La situación económica no era buena, pero salió a flote por su gran temple, e hizo estudiar a sus dos hijos mayores, don Ricardo y Beatriz, quienes obtuvieron sus títulos de farmacéuticos en la ciudad de La Plata.-
Con el paso del tiempo asumió en el rubro la sociedad integrada por Ricardo Mantz y Carlos Rivera –éste último esposo de doña Beatriz Mantz-que recorrió un buen trecho al frente de la misma. A esa altura se habían sumado al personal don Alfredo Ernesto Bardìn, quien estaba casado con doña Nélida Mantz, y Hans Bucheli, de nacionalidad suiza y esposo de la hija mayor del primer matrimonio de don José Mantz.-
Hablando del señor Bucheli, da para contar algo insólito. Ni bien pisó Buenos Aires consultó como llegar a General La Madrid, pero alguien confundió el destino y fue a parar a la Provincia de Tucumán, donde casualmente hay un pueblo con el mismo nombre que el nuestro. Así que nuestro amigo se encontró con la sorpresa de que allí no existía ninguna familia de apellido Mantz y mucho menos una farmacia.-
Disuelta la sociedad Mantz y Rivera se hizo cargo de la farmacia don Alfredo Bardìn y a su fallecimiento, en el año 1969, quedó a cargo su hijo mayor, Alfredo Ernesto, quien para variar también se había recibido de farmacéutico en el año 1958. Tampoco pasó inadvertido, pues tuvo la gran satisfacción de ser el propietario cuando la farmacia cumplió sus 100 años de actividad el 25 de diciembre de 1994 y hasta habló para el diario La Nación: “No hay otra farmacia centenaria que subsista en poder de una misma familia”, decía en referencia a la Provincia de Buenos Aires.-
En 1998 don Alfredo Ernesto Bardìn (h) puso al frente de la farmacia a su sobrino Eduardo Máximo Bardìn, bisnieto de los fundadores y farmacéutico recibido en la Provincia de San Luis, el 28 de abril de 1994. La cuarta generación del fundador ingresaba ahora a un moderno y remodelado comercio.-
El gran aporte que realizaron don José Mantz y doña Rosa Meyer en estas latitudes y a través de los años, no sólo ha perdurado sino que ha ido evolucionando al ritmo del progreso de nuestra patria chica, siempre con esa misma dedicación que mostraron los que precedieron al frente de esta porción de historia que se resume en tres siglos.-
Esta Farmacia cumplió 118 años, siendo el comercio mas antiguo de nuestro medio.-
DICIEMBRE 2012
ALFREDO E CHISTE
alfredoestebanchiste@yahoo.com.ar
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