En el año 1954, siendo empleado del Juzgado de Paz  fui testigo de un hecho que siempre lo recuerdo  de los muchos que están documentados en esta repartición. En los 35 años en los que estuve, al comienzo como auxiliar,  posteriormente como Secretario  fue el siguiente:

Se había iniciado un juicio por desalojo contra el Sr. ANTONIO ALDERETE, quien vivía en una casa  de las secciones quintas, aledaña al predio de la Sociedad Rural.-

El Juez de Paz en ese momento era don Carlos Alberto San Martin, que ordenó tal diligencia al Oficial de Justicia don  Alberto Moroni y éste me solicita que lo llevara en un  auto que era de mi suegra, un Chevrolet  del año 1927.-
Acepté  pero con una condición, como la quinta  donde vivía don Antonio estaba ubicada en una calle  sin salida  le propuse a  Moroni, que la única forma que lo llevara era que se bajara   del auto una vez que haya dado vuelta hacia la entrada, porque no sabíamos  cual iba a ser la reacción de don Antonio, que era una persona muy atenta, pero de “armas llevar”, y yo me quedaría en el auto  hasta que terminara lo ordenado.--

La diligencia se realizó el 11 de Febrero de 1954,  Moroni  estaba listo para cumplir la orden, después de estar en la casa más o menos treinta minutos, le extendió algunos días para desalojar la vivienda, pero el señor Alderete, muy tranquilo, le dijo que con él no tenía ningún  problema, pero que de ese lugar la única forma de sacarlo era muerto.-

Increíblemente don Antonio falleció al día siguiente.- Cuando llegamos a su casa para el desalojo, sabíamos que estaba enfermo, pero no para morir de un día para otro.-

Febrero  22 de 2017

ALFREDO E. CHISTE
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